Canciones con historia: Crushed de Parkway Drive



Cuando hablamos de Parkway Drive, podemos decir que se trata de una de las bandas más influyentes del metalcore a nivel internacional. Los australianos han ido puliendo su estilo disco a disco manteniendo siempre su esencia. Aunque siempre existirá el debate entre los partidarios de sus primeros trabajos y los que prefieren los más recientes, su sello está presente en cada publicación.

En el año 2015 sacaban a la venta Ire, que supuso un pequeño cambio con la línea mostrada hasta el momento. Una de las piezas más rompedoras incluidas en él era "Crushed", la cual nos trae una de las letras más agresivas y reivindicativas de la formación de Byron Bay. En este tema podemos ver una fuerte crítica a la religión y la política, dos fuerzas cada vez más poderosas que en lugar de ofrecer soluciones buscan su beneficio propio a costa de una sociedad cada vez más débil. Aprovechan para cargar también contra los medios de comunicación, la mayor herramienta de los gobernantes para infundir miedo y propagar mentiras o medias verdades entre la población con el único objetivo del control social. 

Reflexionando acerca de la evolución que la sociedad ha ido experimentando podremos observar como cuanto más fácil les resulta acceder a la información, menos informada está. Actualmente tenemos cientos de artículos sobre cualquier tema desde diferentes puntos de vista al alcance de un click, pero resulta más sencillo encender la televisión y tomar como referencia lo que en tu canal favorito exponen. Como podemos escuchar al inicio de la canción: "Bienvenidos al mundo libre, donde nada es lo que parece". La esclavitud fue abolida en la mayoría de países a lo largo del siglo XIX y casi dos siglos más tarde nos percatamos de que el ser humano no sabe ser libre. En el primer mundo hemos vivido con la libertad durante generaciones, pero parece que las personas necesitan a alguien que les ordene y les dé indicaciones sobre el camino a seguir y es gracias a eso que la política se ha convertido en el arma más poderosa de la actualidad y, en mi opinión, la mayor lacra de estos tiempos. Winston McCall, vocalista y compositor de la banda, nos lo deja claro con el siguiente verso: "A la izquierda veo a las ratas, a la derecha veo a las serpientes. En mi oído susurran dulces sermones de odio cruel". El problema radica cuando la masa se convierte en fanática, defendiendo las palabras de sus líderes a capa y espada, llevándoles a discusiones e incluso peleas debido a su incapacidad de reflexión y carencia de pensamiento propio y autocontrol. Todos tenemos derecho a expresar nuestras ideas y opiniones, pero desde el momento en que descalificas o atacas a alguien por pensar lo contrario te conviertes en una marioneta política nociva para la sociedad. A eso debemos añadir que vivimos en una época en la que parece obligatorio pregonar a viva voz tus creencias y opiniones, creando conflictos totalmente innecesarios. El odio ha ido ganando terreno regresándonos a tristes tiempos pretéritos en los que antes de establecer una relación personal, se consideraban los ideales políticos del prójimo. La letra de este tema nos incita a valorar nuestro libre albedrío y plantar cara a los que nos lo pretenden arrebatar: "Corta las cuerdas, siente como tu corazón se pone en marcha. ¡Corta el cable! Quiebra el código de silencio. Nuestras vidas en manos de tiranos". 

Ante la absoluta pasividad del pueblo, intentan estirar el chicle lo máximo posible antes de que se rompa y aunque dependiendo de la cultura de cada país la respuesta es diferente, en la mayoría de los casos el chicle parece dotado de una elasticidad infinita. Han conseguido un perfecto sistema en el que los gobernantes te cuentan la mentira, los medios la propagan y la masa la asume. Me gustaría añadir que para colmo, en los colegios no enseñan a pensar por uno mismo y la mayoría de padres prefieren imponer sus ideas a sus hijos, creando una sociedad cada vez más parecida a un ganado. En el momento en el que una de las reses se rebela contra la línea de pensamiento impuesta, será señalada y acosada.

Estamos muy familiarizados con las típicas canciones protesta que finalmente se reducen a pura propaganda política hacia un lado o el otro, pero Parkway Drive demuestra la manera perfecta de hacerlo exponiendo un problema social de forma clara y apuntando una posible solución sin caer en los partidismos. Nos la presentan con un impactante videoclip en el que vemos a dos extraños seres manipulando un cubo sobre un tablero. Éste resulta ser el habitáculo de los miembros de la banda y de personas anónimas que pelean por sobrevivir en caóticas habitaciones que no paran de girar. Al final del mismo muestran duras imágenes de algunas de esas personas cometiendo suicidio mientras uno de los seres que manejaban el cubo se mira en un espejo atormentado al darse cuenta que es un simple humano más, causante de todo ese sufrimiento. Termina con Winston gritando desesperadamente mientras todo salta por los aires a sus espaldas.



"Aplastados"


Hermanos, mis hermanos, ¿es esto todo lo que somos?

Hermanas, mis hermanas, hemos sido aplastados por los puños de Dios.


Bienvenidos al mundo libre, donde nada es lo que parece.

Decidme, ¿podéis encontrar una cura cuando no podéis ver y no podéis sentir la enfermedad?

¿Podéis buscar una verdad superior cuando estáis viviendo de rodillas donde la libertad crece sobre un suelo empapado de sangre en las tierras de la hipocresía?


Porque si no podéis ver las cadenas, decidme que utilidad tiene una llave.

Es dinero en efectivo, sangre y petróleo en la era del refugiado.

Están tratando de comprar nuestras mentes, no las tenemos en venta.

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! Escucha, están clavando los ataúdes.


Corta las cuerdas, siente como tu corazón se pone en marcha. 

¡Corta el cable! 

Quiebra el código de silencio. 

Nuestras vidas en manos de tiranos.


Aplastados por los puños de Dios. ¡Aplastados!

Hemos sido aplastados por los puños de Dios.


A la izquierda veo a las ratas, a la derecha veo a las serpientes.

En mi oído susurran dulces sermones de odio cruel.

Entonces, ¿compráis el odio o compráis las mentiras?

Decidme, ¿qué nos hará libres?

¿Nos arrodillamos ante esos pocos deshonestos o mordemos la puñetera mano que les alimenta?

Cuando la muerte no arroje sombra y la esperanza no tenga peso, levantaos en la luz y sentid los grilletes desvanecerse. 

Tienen miedo de lo que sabemos, sabemos como destrozarlos.

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! Suelta el martillo de la conciencia.


Simplemente estamos esperando a que el cielo caiga. Sí, simplemente estoy esperando.

Parece que toda nuestra vida hemos estado esperando a que el cielo caiga.


Canción: Crushed

Disco: Ire

Año: 2015


Alberto G. Balo

Soy Alberto, 34 años. Vivo en una pequeña ciudad gallega. Técnico superior de comercio y marketing dedicado a otros menesteres. Combino en este blog dos de mis pasiones, escribir y el metal.

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