The Offspring fue uno de los grupos más exitosos de la década de los
90. Su punk rock revitalizó el género y sirvió de inspiración a multitud de
artistas que se darían a conocer a principios del nuevo siglo. Sus canciones
eran habituales en las radios de todo el mundo y las podíamos encontrar en
multitud de películas y videojuegos. Su álbum Smash (1994) les
catapultó a la fama, aunque posiblemente fuese el
Americana (1998) el que más ha perdurado a lo largo de los años
con temas como "Pretty Fly (for a White Guy)", "Why Don´t You Get a Job?" o
"The Kids Aren´t Alright". De esta última hablaremos en este artículo,
pudiendo conocer la historia detrás de una de las obras más célebres de la
banda californiana.
Para entender el trasfondo de "The Kids Aren´t Alright" tendremos que
repasar la historia personal del vocalista y compositor
Bryan Keith Holland, apodado "Dexter" por su destreza académica.
Holland nació y creció en Garden Grove, California. Se graduaría en el
Pacifica High School siendo el mejor de su promoción en matemáticas. Una vez
terminados sus estudios secundarios ingresaría en la Universidad del Sur de
California donde obtendría una Licenciatura en biología y un Máster en
biología molecular. A pesar de su interés por seguir formándose, interrumpiría
sus estudios para centrarse en su carrera musical, aunque los retomaría años
después logrando un Doctorado en biología molecular en 2017 con su tesis
"Descubrimiento de secuencias de microARN maduros dentro de las regiones
codificantes de proteínas de los genomas globales del VIH-1: predicciones de
nuevos mecanismos para la infección y patogenicidad viral".
Tras regresar a su ciudad natal, Dexter se encontró con un panorama desolador.
Una gran parte de sus conocidos, que habían crecido a su lado, habían tenido
que enfrentarse a serios problemas que dejaban al vecindario tocado y a sus
habitantes en situaciones desesperanzadoras. Aquellos niños se habían
convertido en adultos y sus vidas estaban destrozadas: "¿Cómo puede una
pequeña calle tragarse tantas vidas?". Dexter usa nombres ficticios para
narrar la historia de cuatro jóvenes que han visto como sus vidas se iban
alejando cada vez más del sueño que una vez tuvieron de llegar a hacer algo
grande: Jamie era una chica con mucho futuro, pero tuvo dos hijos inesperados
y dejó los estudios; Mark sigue sin trabajo en casa de sus padres, dedicando
sus días a tocar la guitarra mientras fuma marihuana sin parar; Brandon murió
de sobredosis y Jay se suicidó.
Holland basó el título en la canción de The Who "The Kids Are Alright" y con
las ficticias historias de las cuatro personas que aparecen en la pieza
pretendía criticar el concepto de "Sueño Americano", detallando peligros y
desafíos a los que los jóvenes estadounidenses se debían enfrentar. A pesar de
todos los esfuerzos realizados por ellos, no todos son capaces de
alcanzar sus metas provocando frustración y la pérdida de la inocencia al
darse de bruces contra la realidad de la madurez. Dexter expresa su tristeza
al ver la espiral de destrucción en la que se convirtió su hogar, sin atisbos
de mejora, al mismo tiempo que trata de hacer despertar a una comunidad
americana que con su presión social contribuye a que muchos jóvenes
terminen en situaciones similares a las relatadas en esta pieza.
En el videoclip publicado para la canción, podemos ver como una habitación
totalmente abandonada recuerda con breves flashes la vida que un día hubo en
ella, alternando escenas de varias personas que se transforman y cambian
constantemente entre sí con apariciones de los miembros de la banda.
"Los niños no están bien"
Cuando éramos jóvenes, el futuro era tan brillante...
El viejo vecindario estaba tan vivo y cada niño en toda la maldita calle iba a
triunfar.
Ahora el vecindario está agrietado y destrozado, los niños son adultos pero
sus vidas están deterioradas.
¿Cómo puede una pequeña calle tragarse tantas vidas?
Oportunidades malgastadas, nada es gratis.
Añorando lo que solía ser, todavía es duro. Duro de ver...
Vidas frágiles, sueños hechos añicos.
Jamie tenía una oportunidad, verdaderamente la tuvo, pero en su lugar dejó los
estudios y tuvo un par de hijos.
Mark todavía vive en casa de sus padres porque no tiene trabajo. Solo toca la
guitarra y fuma mucha marihuana.
Jay se suicidó.
Brandon tuvo una sobredosis y murió.
¿Qué demonios está pasando? El sueño más cruel, la realidad.
Oportunidades malgastadas, nada es gratis.
Añorando lo que solía ser, todavía es duro. Duro de ver...
Vidas frágiles, sueños hechos añicos.
Canción: The Kids Aren´t Alright
Disco: Americana
Año: 1998
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Canciones con historia
